La bolsa ha empezado mal el año, muy mal. El pánico bursátil campa a sus anchas y solo hay que ver el gráfico para darse cuenta de que el tortazo ha sido monumental. De hecho, las caídas vienen de más atrás, desde hace ya casi doce meses y claro, muchos inversores se asustan porque… oye, pues no lo sé. ¿Por qué?
Acuérdate de la crisis inmobiliaria de los años recientes, cuando los pisos no dejaban de caer. ¿Recuerdas las noticias, los comentarios de la gente y del ambiente general? Que si los malvados especuladores inflaron los precios, que si el vecino tuvo que malvender porque estaba hasta el cuello de deudas, que si los bancos nos habían engañado a todos… ¿Cuántos estaban más felices que unas pascuas viendo que caía el precio de la vivienda y podrían comprar lo mismo más barato?
Cuando hay rebajas en El Corte Inglés todos nos alegramos, pero esto nunca ocurre cuando hay rebajas en los productos de inversión. ¿Por qué la gente se asusta cuando pueden comprar las mismas acciones con menos dinero? Veamos las dos opciones que tenemos ante las caídas de la bolsa, puede que podamos aprovecharnos de ellas.
La opción del miedo: El pánico bursátil
¡Se hunde la bolsa! ¡Pánico! ¡Los inversores huyen despavoridos ante el temor de nuevas caídas y el fantasma de otra recesión! ¡Los inversores ya han perdido tropecientos mil millones de dólares en solo nueve sesiones bursátiles!
El gráfico siguiente muestra el porcentaje de inversores alcistas, bajistas y neutrales según la Asociación Estadounidense de Inversores Particulares. Esta encuesta se realiza cada semana y pregunta a los encuestados si creen que la bolsa estará mejor, igual o peor a seis meses vista. Ahora la mayoría piensa que el mercado irá a peor y la semana pasada la diferencia era todavía mayor.
La opción del miedo es la que más abunda cuando caen los precios. A la gente no le gusta ver que sus inversiones valen menos del precio que pagaron cuando compraron. ¿Te parece que tiene sentido?
Por favor, detente aquí y plantéate seriamente la pregunta. Aunque estés leyendo este artículo de pasada, te pido que te pares algunos segundos. ¿Tiene sentido asustarse si tus inversiones valen menos que cuando compraste?
Probablemente has pensado que sí, como la mayoría de inversores. De ahí que el pánico bursátil aparezca cuando hay caídas en la bolsa pero… ¿es posible que te convenga que tus inversiones valgan cada vez menos? Voy a plantearte un par de situaciones a ver si sigues pensando igual. El objetivo es no dejarse llevar por los sentimientos y usar la cabeza para llegar a ser un buen inversor:
- Francisco, un señor de 65 años quiere jubilarse y deshacer sus inversiones para comprarse un velero y recorrer el mundo. Lleva 30 años invirtiendo poco a poco y ahora ha llegado el momento de retirar las plusvalías.
- Perico, un chaval de 27 años invierte todos los meses un 10% de lo que gana en las compañías que le parecen más interesantes en cada momento. Ya lleva un par de años aplicando este plan, con el que selecciona empresas que reparten un buen dividendo por acción para tener cada vez más ingresos pasivos.
¿Que le conviene a Francisco? Que la bolsa esté cara, ya que él quiere vender. Francisco puede unirse al carro del pánico bursátil, no hay problema. Es comprensible, ya que hace un año podría haber vendido mucho más caro. ¡Qué putada!
¿Qué le conviene a Perico? Que la bolsa esté cada vez más barata, ya que él quiere comprar. Sí, es cierto que las inversiones que ya ha hecho están perdiendo dinero pero… ¿Acaso su plan no es de largo plazo? Aunque lo invertido desde que empezó esté en pérdidas, le conviene de lejos que la bolsa caiga y esté barata, cuanto más mejor, durante mucho tiempo. De esta manera el 10% de su sueldo le permitirá comprar muchas más acciones de buenas empresas. ¡Ya tendrán tiempo de revalorizarse!
La opción del buen inversor: Aprovechar las rebajas
¡Rebajas! ¡Precios por los suelos! ¡El mercado está eufórico, el mismo dinero hoy puede comprar hasta un 25% más que el mes pasado! ¡Qué subidón, cada día más y más gente se puede permitir comprar empresas a precios fantásticos y probablemente los descuentos seguirán ampliándose en las próximas sesiones!
Es cierto que la imagen transmite más bien una compra compulsiva que un análisis cuidadoso de las ofertas para adquirir exclusivamente las mejores gangas pero tío, es muy chungo encontrar la foto exacta 😀
Desde principios de año, las caídas de la bolsa han sido de un 15% aproximadamente. Puedes optar por el pánico bursátil o puedes usar la cabeza: ¿Las empresas cotizadas son ahora un 15% peores que hace que tan solo unos días? ¿Es que ahora venden un 15% menos o tienen un 15% menos de beneficios? ¿Han perdido un 15% de clientes? ¿O quizá la bolsa está sobrerreaccionando a elementos externos?
Cuando veas caídas abultadas puedes estar ante oportunidades fantásticas de compra, igual que en las rebajas. Cuando los mercados tengan miedo, no sigas a las masas. Mira en dirección contraria y plantéate por qué hay inversores vendiendo sus compañías. Los motivos pueden englobarse en tres categorías:
1. Causas que afectan seriamente a las empresas
Si se ha descubierto un sistema barato para convertir el plomo en oro, las empresas mineras tienen los días contados. En este caso, las caídas de sus cotizaciones estarían más que justificadas.
2. Causas que afectan temporalmente a las empresas pero no a sus beneficios a largo plazo
Pongamos por caso una sentencia adversa que obliga a una compañía fabulosa a indemnizar a los empleados despedidos de manera improcedente con un porrón de millones. Está claro que la empresa se verá afectada, pero no por ello dejará de vender automóviles, pasta de dientes o agua embotellada.
En esta categoría muchas veces se ven reacciones exageradas. Por ejemplo, una empresa tiene que hacer frente a un desembolso extraordinario de 100 millones de euros. Si la compañía está dividida en 100 millones de acciones, esta pérdida correspondería a 1€ por acción, ¿verdad? Pues resulta que la cotización cae 4€. Esto es muy, muy frecuente, y puedes aprovecharlo a tu favor para comprar con descuento una empresa que te gustaba pero cuyos precios no te acababan de convencer.
3. Causas que no afectan a las empresas
Atentado en la embajada de Churristán, el Estado Islámico prosigue su avance, España seguirá sin gobierno al menos dos meses más, Reino Unido se quiere ir de la Unión Europea…
Muy bien, pueden ser noticias muy relevantes en otro ámbito pero… ¿Vas a comprar menos Coca Cola y más marca blanca ante estos hechos? ¿Vas a dejar de ir a Zara porque próximamente hay elecciones en EE.UU.? ¿Vas comprar menos maquinillas de afeitar porque China va a crecer al 5% en lugar de al 7%? Los demás consumidores tampoco.
Analiza las caídas, pueden ser una fantástica oportunidad
Cuando veas grandes caídas en el mercado de acciones, plantéate a qué se deben y si afectarán a las empresas que tienes en el punto de mira. Si se trata de la categoría 2 y, especialmente, la 3, estarás ante una oportunidad fantástica para comprar empresas excelentes en rebajas. Esta es la razón por la que compré acciones de Priceline / Booking la semana pasada.
Por cierto, avisé de ello al momento. Nunca te fíes de los fantasmas de la inversión, aquellos que esperan para ver si el resultado de sus operaciones es bueno y divulgarlo con posterioridad. Esos se callan las operaciones perdedoras.
Ya he lanzado el artículo en el que explico por qué decidí comprar la empresa propietaria de Booking.com, Kayak.com y otras webs de reservas turísticas. ¡Espero que te guste!
Miguel says
Hola Antonio y demás lectores del blog;
Respecto a esto de las correcciones leí al gran Uxío (gran promulgador del AT y otros pero no del AF que tu dominas) sobre los indicadores adelantados y su indice el LEI que elabora una institución Namericana. Me pareció increible la manera con la que predice las recesiones serias inminentes (esas que pueden llevarse los activos un 40-50% más abajo en empresas «normales»). Ya que cuando alguien vende con pánico un 10-20% más abajo lo que quiere es librarse de esta otra tremenda corrección. Me parecio obvio, rapidp y eficiente irse a los indicadores adelantados cuando haya rebajas de ese tipo y en base a ello aprovecharse de las rebajas o no. Que opinas?
Antonio says
¡Hola, Miguel!
Los indicadores adelantados son una buena herramienta. Yo los uso como último paso, para confirmar el trabajo de análisis previo. Si el análisis de la macroeconomía dice una cosa y el indicador adelantado dice lo contrario (véase principios de 2003 en Europa), vuelvo a echar un vistazo por si se me ha pasado algo pero me fío de la macroeconomía antes que del LEI. En resumen, el LEI me ayuda a corroborar, no a tomar atajos 🙂
¡Un saludo!