Para invertir con éxito y generar billetes con esto, hay que tener algo muy claro.

Esta historia sobre culos te servirá para interiorizar esta gran lección.

El verano pasado estuve en una de las playas más bonitas que conozco porque a pocos metros tiene la desembocadura de un río que cae al mar en una cascada.

Allí escuché (sin querer queriendo) una conversación mientras me torraba sobre la toalla.

«Buah chaval, qué tía más buena, y encima lleva bikini rojo, para ir provocando»

No sabía yo eso de que un color pudiese ser provocativo, debo estar quedándome anticuado.

«Qué tetas. Y es que encima es guapa.»

En fin, conversaciones de chavales de 18 años.

«Joder macho, ¿cómo le puedo ver el culo?»

Aclaración: la doncella estaba dentro del agua, hasta la cintura.

El culo, efectivamente, quedaba fuera del alcance visual.

En esto, el chico logra idear un plan.

«Tío, déjame tus gafas de bucear, que así me acerco bajo el agua y le veo todo el culo».

Alucinante lo que puede ingeniar un cerebro adolescente ansioso por intercambiar hormonas.

Pero en el último momento, ya con las gafas de bucear en la mano, el chaval dudó unos instantes.

«Hostia, es que me da palo»

«¿Y si canta mucho y se da cuenta?»

«¿Y si tiene novio y está por aquí?»

Er depredadó sesuá estuvo sopesando la jugada tan solo dos minutos, pero fue suficiente para perder la oportunidad.

Porque justo cuando el chico se decidió a zambullirse en el agua para bucear y acercarse al culo objetivo para hacer un reconocimiento visual en tres dimensiones…

…justo en ese momento la chica salió del agua y no tardó ni medio segundo en envolverse en la toalla que le acercó su amiga.

Misión fallida.

Culo no identificado.

La moraleja es la siguiente:

Aprovecha las oportunidades: nunca duran demasiado.

Ya sea para verle el culo a una chica o para para invertir con buenos precios.

El mercado ofrece constantemente buenos descuentos en inversiones de calidad.

Y estos descuentos se los llevará el que mueva ficha sin titubear.

Si estás experimentando dudas…

Eso de: ¿Y si compro y cae más?

Y también lo de: ¿Y si me espero y luego sube todo otra vez?

Entonces, amigo mío, estás en la situación del chaval buscaculos.

Yo no te puedo ayudar demasiado para verle el culo a los demás.

Pero sí te puedo ayudar a tener meridianamente claro cuándo debes comprar y cuándo debes abstenerte en una inversión.

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