¿Eres tonto?

Seguro que no.

Y por eso, cuando renuevas tu coche o tu ordenador, no haces un razonamiento simplón, del tipo:

«Este tiene un precio más bajo, así que es más barato. Me lo llevo».

Seguro que tú que vas más allá, ¿verdad?

Tú ya sabes que «precio más bajo» no significa «más barato».

«Vale el doble pero me durará cuatro o cinco veces más»

Este podría ser tu razonamiento a la hora de renovar el teléfono móvil o un ordenador. No solo comparas precios, sino que vas un paso más allá.

Sin embargo… (y aquí viene el mensaje de hoy)

Muchos inversores tienen problemas a la hora de trasladar esta lógica a sus finanzas.

Si eres de estos, te estás dejando mucho, muchísimo dinero encima de la mesa.

Igual que es interesante pagar más por un ordenador si te va a durar más…

Igual que es interesante pagar más por un coche si tendrá menos mantenimiento…

También deberías pagar más por compañías extremadamente rentables.

Porque mirar el PER, el múltiplo, es como decir que un iPhone es más caro que un móvil chino.

Es quedarse en la superficie.

Mira estas dos posibles inversiones para entenderlo:

Una fábrica de destornilladores por 10 millones que genera 1 millón anual tiene un PER 10.

Una fábrica de martillos por 10 millones que genera 1 millón anual también tiene un PER 10.

Las dos son igual de baratas. Igual de caras. Misma relación precio/beneficio. Así que da igual en cuál invertir porque vas a ganar lo mismo, ¿verdad?

Aquí se quedan los inversores superficiales, los «tontos».

Los listos, que son muy poquitos, se fijan en la rentabilidad.

Porque si la máquina que produce destornilladores cuesta la mitad que la máquina de martillos…

Entonces la fábrica de destornilladores podrá reinvertir su beneficio en comprar el doble de máquinas.

El año que viene, la fábrica de destornilladores ganará más que la de martillos. Y al siguiente, mucho más. Y al siguiente, muchísimo más.

Ahí es donde ocurre la magia.

Esta es la razón por la que dos inversiones al mismo precio acaban teniendo evoluciones tan distintas en bolsa.

Si quieres ser un auténtico crack analizando la rentabilidad de las compañías, tengo algo para ti.

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