El padre pobre decía que los ricos son avariciosos, mientras que el rico decía que son generosos. Este contraste es uno de los que más me costó entender del libro.
- Padre Pobre: «Concéntrate en tu educación, consigue un buen título y encontrarás un trabajo seguro y estable.»
- Padre Rico: «Educa a tus hijos sobre el dinero y cómo funciona, así nunca dependerán de un trabajo para vivir.»
- Padre Pobre: «Trabaja duro, gana tu salario y ahorra lo que puedas para tu futuro.» Padre Rico: «Aprende a hacer que tu dinero trabaje por ti, invierte e innova para crear fuentes de ingreso que no requieran de tu presencia constante.»
- Padre Pobre: «El dinero es difícil de ganar y fácil de perder, así que guárdalo bajo llave.»
- Padre Rico: «El dinero es una herramienta; si aprendes a usarlo correctamente, puede crecer y generar más riqueza.»
- Padre Pobre: «Evita los riesgos a toda costa, lo seguro es lo mejor.»
- Padre Rico: «Sin riesgo no hay recompensa; aprende a tomar riesgos calculados y a manejarlos inteligentemente.»
- Padre Pobre: «Los ricos son personas afortunadas; nosotros debemos contentarnos con lo que tenemos.»
- Padre Rico: «La riqueza está al alcance de quien está dispuesto a aprender y trabajar de manera inteligente; no es cuestión de suerte, sino de elección y educación.»
- Padre Pobre: «Las deudas son peligrosas y siempre deben evitarse.»
- Padre Rico: «Las deudas pueden ser una palanca poderosa si sabes cómo utilizarlas para invertir y expandir tus activos.
Luis Cabello says
Reflexión muy interesante.
Por mi parte, yo siempre digo que no hay nada más insolidario que un pobre.
El pobre, al no saber generar riqueza, es mucho más avaricioso sobre lo poco que tiene.
El rico, que normalmente genera riqueza sin problema, siente mucho menos apego por cada euro en particular y es más fácil que entregue cosas sin pedir nada a cambio.
En cualquier caso, me encanta el concepto de que, cuando acumulas dinero, lo que en realidad estás acumulando es deuda de la sociedad hacia ti.
Muchas gracias como siempre. Un abrazo!